Un factor común entre los emprendedores es que los inicios no son fáciles ni rápidos. De hecho, la mayoría de los empresarios exitosos que conocemos hoy en día y que nos sirven de inspiración, tuvieron que sortear multitud de problemas: como ser rechazados, ser despedidos y hasta vivir en la bancarrota.

JK Rowling la autora de la saga de Harry Potter, el reconocido Walt Disney y Mark Cuban uno de los inversionistas de la franquicia televisiva “Shark Tank” son fiel ejemplo de esta realidad y nos animan a sortear todos los obstáculos y seguir adelante hasta conseguir lo que nos propongamos.

JK Rowling, despidos y fracasos

La vida de Joanne Rowling como la de la mayoría de las personas que han alcanzado el éxito, es un compendio de duros golpes y fracasos.

Desde pequeña le gustaba leer e inventar historias. Cuando llegó a su adolescencia, trató de matricularse en la universidad de Oxford, pero no superó las pruebas de admisión. Buscando saciar sus inquietudes, probó matricularse en la universidad de Exeter y estudiar una carrera que nos podría resultar extraña: Filología Francesa y clásica, esto es el estudio de escritos y la evolución del lenguaje, algo que, como sabemos, le sería de utilidad en el futuro.

Al contrario de lo que imaginó, en la Universidad de Exeter encontró un ambiente donde estimulan la creatividad y gente muy afín a ella (parte de esta vivencia, la vemos reflejada en sus obras).

Al terminar sus estudios, Rowling buscó trabajo. Comenzó a trabajar como investigadora, pero necesito buscar otra fuente de ingreso, así que consiguió empleo como secretaria bilingüe en Amnistía Internacional, donde fue despedida luego de un tiempo por incompetente. Simplemente su mente estaba en otra parte.

Decidió irse a Portugal a trabajar como profesora de inglés, allí conocería a quien sería su primer esposo, el periodista portugués Jorge Arantes. Esta relación, de la cual nacería su hija su hija Jessica, fue tan tóxica y perturbadora que trajo toda clase de monstruos a la vida de Rowling, incluyendo la depresión y pensamientos suicidas. Luego en sus obras, esta etapa le sirvió de inspiración para crear “los dementores” las criaturas sin alma que aparecen en “Harry Potter”.

Refugiada en Edimburgo en casa de su hermana y viviendo del subsidio del estado, escribió su primer libro, en una vieja máquina de escribir. En 1995, ​ Ante la entusiasta respuesta una lectora que había sido encomendada para revisar los primeros tres capítulos del libro, la agencia Christopher Little Literary Agents aceptó representar a Rowling en su búsqueda de un editor. El libro fue enviado a doce editoriales, las cuales rechazaron el manuscrito.​ Un año más tarde, recibió por fin la aprobación (y un adelanto de 1500 £) del editor Barry Cunningham para Bloomsbury, una pequeña editorial británica de Londres (Inglaterra)​ Poco después, en 1997, Rowling recibió una beca de 8000 libras del Scottish Arts Council para permitirle continuar escribiendo.

Años más tarde, las historias del mago se convertirían en best sellers mundiales rompiendo todos los récords en ventas y convirtiendo en millonaria a la mujer que alguna vez se distraía del trabajo mientras soñaba con historias llenas de magia.

Walt Disney – despedido por su falta de imaginación

Todos conocemos a  Walt  Disney, empresario, animador, guionista, actor de voz y productor de cine. Fue pionero de la industria de la animación estadounidense e introdujo novedades en la producción de dibujos animados

Como productor de cine, Disney ostenta el récord de persona con más Premios Óscar con 22 estatuillas y 59 nominaciones. Fue galardonado además con dos Premios Globos de Oro especiales y un Premio Emmy, entre otros reconocimientos. Varias de sus películas están incluidas en el Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

Sin embargo, a principios de su carrera, Walt Disney fue despedido de su trabajo… por falta de imaginación.

Corría el año 1919 y Walt había regresado de la guerra, y se dispuso a trabajar en el periódico Kansas City Star, realizando caricaturas y anuncios, pero, sus superiores no estuvieron de acuerdo con sus ideas creativas y fue despedido con la excusa de no ser “imaginativas”.

Luego, encontró trabajo como aprendiz de artista en el Estudio de Arte Comercial Pesmen-Rubin creando ilustraciones para publicidad, programas de teatro y catálogos. Allí también hizo amistad con un compañero artista, Ub Iwerk, quien lo acompaña luego profesionalmente a lo largo de su vida. En enero de 1920, y como consecuencia de la caída de ingresos del estudio Pesmen-Rubin después de Navidad, Disney e Iwerks fueron despedidos.

En 1921 logró levantar una productora, Laugh-O-Gram Films. Sin embargo, no pudo recaudar el dinero necesario para mantener la empresa con vida.

Disney y su esposa vivieron momentos tan duros que no podían pagar la renta y en más de una ocasión recurrieron a comida para perros para sobrevivir.

El empresario decidió apostar todo por el todo y con sus últimos dólares compró un boleto de tren a Hollywood.  En 1926 desarrolló al conejo Oswald para Universal Studios, pero cuando Disney quiso mejorar los términos de su contrato se dio cuenta de que la empresa había patentado en secreto al personaje.

El año 1928 fue el comienzo del camino dorado para Disney, producto de su constancia, experiencia y aprendizaje. Su nombre es Mickey Mouse. De allí en adelante, todos sus esfuerzos darán frutos, y  logra consolidar un emporio empresarial que, después de cinco décadas, sigue siendo uno de los más poderosos del mundo.

Mark Cuban – despedido por conseguir una venta 

Tal vez a muchos el nombre de Mark Cuban no les suena. Sin embargo, “Shark Tank” el programa del cual forma parte, es conocido por gran parte de los televidentes del planeta.

Cuban uno de los duros inversores de esta franquicia televisiva que ayuda a emprendedores a llevar a cabo sus proyectos. Actualmente su capital está valorado en 4,3 mil millones de dólares y es dueño del equipo Dallas Mavericks de la NBA.

Si bien a los 61 años es un empresario de éxito, la vida de Cuban estuvo marcada por un hecho traumático para la mayoría de nosotros, pero que, en su caso, potenciaron su carrera. Fue despedido en varias oportunidades y el aprendizaje obtenido le ayudó a impulsar su carrera como emprendedor.

Tras graduarse, en 1981 en la universidad de Indiana, Cuban empezó a trabajar en Mellon Bank en Pittsburgh, Pennsylvania. Allí, dio comienzo a un mini-proyecto dentro de la propia empresa. Se trataba de tener un boletín informativo en el cual los empleados más jóvenes de la empresa pudieran tener fácil acceso de comunicación con los ejecutivos de altos cargos de la empresa. Pese a la buena intención de Cuban, a su jefe no le gustó para nada la iniciativa y la presión fue tan fuerte que tuvo que “renunciar”.

Después de trabajar en una compañía de reparación de televisores y fallar con un emprendimiento de leche en polvo, Cuban encontró empleo en una empresa de software para PCs que se llamaba Your Business Software. Un día, se presentó la oportunidad de conseguir un buen contrato de venta para la empresa, pero para cerrar el negocio, debía ausentarse de la compañía. Increíblemente el jefe de Cuban lo despidió por no cumplir sus órdenes y faltar a su trabajo. Aunque Cuban salió perdiendo, él considera que ese fue el factor más determinante en su vida como emprendedor.

Decidió montar una empresa de consultoría de PCs, la cual llamó MicroSolutions y la que finalmente vendió a CompuServe por 6 millones de dólares en 1990.

Viendo el éxito que tuvo su segundo negocio, Cuban se embarcó en otro proyecto en 1995. Se asoció con dos antiguos amigos de la universidad y juntos fundaron  Broadcast.com, una compañía de radio en el Internet que cuatro años después fue comprada por Yahoo! por 5,7 mil millones de dólares.

En el año 2000, el comienzo de una era prometedora para todos, Mark Cuban compró gran parte de los Dallas Mavericks, el equipo de baloncesto de la NBA.

Finalmente, en su libro que publicó en 2011, “Cómo Ganar en el Deporte de los Negocios: Si Yo Puedo Hacerlo, Tú Puedes Hacerlo”, Cuban escribió: “No importa cuántas veces fallas. En los negocios, para tener éxito, solo tienes que acertar una vez. Una sola vez y ya lo tienes para toda la vida. Esa es la belleza del mundo de los negocios».

¿Conocías estas historias? Me encantaría leerte